Don't Stop Believin'

Llega un momento que te das cuenta cuando las cosas van bien y cuando van mal. ¿Que cuándo es eso? Cuando te planteas si estás haciendo lo correcto con tu vida y contigo mismo.

Un antes y un después. Un visto y no visto.

Pero sobre todo, cuando te quedas parado y entiendes que algo no funciona. En un momento de tu vida te has quedado bloqueado. sin pensar que así ha sido, que es lo normal y común para cualquier persona.

Y no, amigo, no es así. Nos acostumbramos a pensar que es así para no tornar al camino más difícil, volver a ser feliz. Felicidad y completa vida personal.

Comienzas a plantearte qué cosas son las que te dan paz, amor, satisfacción. Y en ese momento, en ese precioso momento, entiendes que algo va mal. No sabes responder a esa pregunta, hace tiempo que perdiste la respuesta. Pero sabes que dentro de ti, muy dentro, sigue aguardando que la despiertes. Esa pasión, esa felicidad.

Crees que te ha abandonado, no consigues recordar qué era, pero esa pasión no se ha olvidado de ti, lucha y luchará por ti, por ser recordado y volver.

¿Que al principio será difícil? Será complicado pero nunca imposible. Poco a poco, buscando, maniobrando entre dudas y problemas os encontraréis. Uno de los reencuentros más importante de tu vida ya que marcará,

un antes y un después.

No te preocupes si voltea tu vida, y a tu alrededor, a veces cambiar de aires es bueno. Recordarte a ti mismo no es malo, es ser sincero y verdadero de una vez. Los demás pueden opinar, pueden hablar sin saber, pero no te preocupes, serás tú quién vivirás para siempre contigo mismo.

Es hora de comenzar de nuevo, a volver a ser, resurgir de una vez por todas.

Sin miedo, con miedo, pero siempre seguir luchando siendo fiel a ti misma.

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¿Por qué empezar de nuevo cuando solo quieres parar? ¿Por qué tener que explicar cómo te sientes si ni siquiera tú misma entiendes que ocurre?

No salen las palabras pero se agolpan mil y un sentimientos en tu cabeza, sin dejarte entender que quieres en realidad.

Imágenes, recuerdos que te confunden y no te hacen pensar con claridad. En un día lluvioso, gotas salpicando a través de las ventanas, a través de un corazón confundido y dolorido.

Cuál es la mejor respuesta para decidir, para entender por qué estás en esa encrucijada. Querer y no querer. Intentar o abandonar. Cuál será la mejor decisión y cual será el menor arrepentimiento.

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Día cualquiera de un mes cualquiera de un año cualquiera. Llueve, truena, golpea, fuerte, despacio, no hay tregua.

No quieres pensar, no quieres pensar, quieres descansar. 

Siempre hemos pensado que la vida sería sencilla, sin complicaciones, nada más que levantarnos pronto o tener pesadillas. 

Nunca nos contaron que a medida que creces hay decisiones que afrontar, conversaciones que hablar, sentimientos que ocultar, corazones que romper.

Pero sobre todo, no nos enseñaron a querer, a solucionar, a que no nos rompan el corazón demasiadas veces. Aprender a arreglarnos por dentro y así por fuera también.

Entender que todos tenemos corazón a diferentes niveles: peso, grosor, sangre y emoción. 

Comprender que aunque busquemos fervientemente algo o alguien dificil será hasta que no entendamos nuestra propia existencia y para que estamos viviendo. Un sentido en si mismo.